Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España con
ocasión del inicio de la campaña de vendimia queremos denunciar las condiciones
laborales que en ocasiones imponen los empresarios en este sector, en el cual
un gran número de jóvenes trabaja cada año. Una parte de la juventud ve en
la vendimia una oportunidad para costear sus estudios, y la otra parte intenta
buscarse un futuro en la temporalidad de la producción agrícola debido a la
falta de un trabajo digno y estable en el Medio Rural.
Las condiciones laborales suelen
estar marcadas con cierta frecuencia por el pago de salarios por debajo de lo
establecido en los convenios. Bien por una desprofesionalización, es decir
incluir en el contrato una categoría inferior a la que se posee dentro del
sector, o bien por el impago de muchas de las horas extras. La mayor parte las
cuadrillas de trabajadoras y trabajadoras que recogen la uva son pagadas
sin contrato y sin dar de alta en la Seguridad Social, algo que además de ser
profundamente ilegal nos somete a unas condiciones laborales de hace más de 200
años.
Entre la población inmigrante
debemos tener en cuenta, además, sus propias condiciones de inhabitabilidad
algo que incrementa más la precariedad e indignidad de estas condiciones
laborales. Esta situación se relaciona completamente con aquellas y aquellos
jóvenes que acuden cada año a la vendimia francesa sin garantías de contrato,
vivienda y empleo pero a las que se ven forzados por la realidad económica que
sufren aquí.
Por otra parte, la precariedad no
sólo afecta a quienes trabajan bajo el sol en los viñedos. La losa de la
precariedad se extiende a quienes recogen la uva en la tolva, a quienes
transfieren las pastas y los mostos a otros tanques contenedores, o a
quienes se encargan del control de calidad del mosto, de las pastas en
fermentación o de los vinos ya elaborados.
La producción en la industria
vitivinícola somete a dinámicas vertiginosas con largas jornadas de trabajo,
con un exceso de horas extras y dónde el reparto del trabajo brilla por su
ausencia por el afán de incrementar más la tasa de beneficio del empresario.
Es por ello que llamamos a la
juventud a estar alerta ante estas condiciones y a denunciar cualquier abuso al
que sean sometidas o del que tengan conocimiento. Reivindicamos la importancia
de estar organizadas sindicalmente para poder enfrentar estos abusos,
recordando que la afiliación sindical y la petición de una Inspección de Trabajo
son siempre confidenciales.
Sólo juntas y unidas
podemos frenar la precariedad laboral.
Por un futuro digno para
el Medio Rural:
¡Mejora de las
condiciones laborales en el campo!