martes, 13 de febrero de 2018

El PCE despide a la camarada Josefina Samper, una referente de la historia de las lucha por los derechos de los trabajadores

Hoy amanecimos con la muerte de Josefina Samper, la mujer de sonrisa dulce, voz cariñosa, puño firme, discurso contundente, principios inquebrantables y comunista hasta la médula desde los 12 años en los que, desde el exilio de su familia en Orán, se afilió a las Juventudes Unificadas Socialistas. A los 14 se unió al Partido Comunista de España. Organizaba la resistencia y ayudaba a los presos políticos que iban llegando a la ciudad argelina. Uno de ellos fue Marcelino, que se enamoró inmediatamente de aquella lúcida luchadora. Josefina siempre dijo que sólo podría unir su vida a alguien que compartiera sus principios. Y así fue, desde entonces caminaron codo a codo escribiendo la historia de la lucha por la democracia y los derechos de la clase trabajadora.

El Partido Comunista de España despide a Josefina con gran dolor y el máximo respeto a una mujer que forma parte de la historia necesaria y que debería ser incorporada a los libros de texto para comprender que pasó en este país. Parte de esa lucha fue reconocida cuando, hace dos años, a propuesta del Partido Comunista de Andalucía, el gobierno andaluz le concede la Medalla de Andalucía, reconocimiento concedido a las hijas e hijos predilectos de la Comunidad. 
Josefina fue una de las Fundadoras del Movimiento Democrático de Mujeres en 1965, germen del actual movimiento feminista, y hoy estaría trabajando por el éxito de la Huelga Feminista del 8-M. También fue una de las fundadoras de Comisiones Obreras, su sindicato.

Josefina, Marcelino, o Marcelino, Josefina. Al lado de una gran mujer hubo un gran hombre. Camaradas, compañeros de vida, de lucha por la defensa de la República primero, contra la dictadura franquista después, desde el exilio en Argelia y desde la organización de la resistencia contra la dictadura en Madrid. Siempre combatiendo en primera fila, sin miedo, desde las calles y desde las puertas de las cárceles, organizando a las mujeres y asistiendo a los presos políticos. Josefina y Marcelino tuvieron la oportunidad de una vida fácil pero nunca la aceptaron. Fueron comunistas militantes hasta su último día..

El PCE comparte el dolor con su hija Yenia y su hijo Marcel, con sus nietos, su familia y todos los camaradas que recogimos su testigo y nos reafirmamos en el compromiso de mantener vivo su legado.

Quien quiera despedir a la camarada Josefina podrá hacerlo en el Tanatorio de la M-30, en Madrid, a partir de las 15, o en el entierro, que tendrá lugar mañana a las 12 del mediodía en el Cementerio Civil.

Que la tierra te sea leve Josefina.