El Partido Comunista de
España condena que el Gobierno de España, encabezado por Pedro Sánchez, haya
reconocido de manera oficial al golpista Juan Guaidó, como “presidente
encargado de Venezuela”, tras finalizar el ultimátum de ocho días dado la
semana pasada por Sánchez.
Dicho reconocimiento de Guaidó supone una actitud injerencista en la soberanía nacional de un país hermano y un abierto desprecio al derecho internacional, motivo por el cual el PCE suspende cualquier apoyo o colaboración con el Gobierno de Pedro Sánchez hasta que este no vuelva a la senda del respeto a la legalidad internacional.
Denunciamos que el Gobierno de España cede nuevamente a las presiones de la Administración Trump, presiones reconocidas por el ministro de Exteriores Josep Borrell y que han sido constantes en los últimos días despertándose el “espíritu de las Azores” para poner a España a bailar al son de los tambores de guerra que de nuevo toca EE.UU., no en defensa de la democracia no de ninguna causa humanitaria, sino para hacerse con el control de la mayor reserva petrolífera del mundo.
Dicho reconocimiento de Guaidó supone una actitud injerencista en la soberanía nacional de un país hermano y un abierto desprecio al derecho internacional, motivo por el cual el PCE suspende cualquier apoyo o colaboración con el Gobierno de Pedro Sánchez hasta que este no vuelva a la senda del respeto a la legalidad internacional.
Denunciamos que el Gobierno de España cede nuevamente a las presiones de la Administración Trump, presiones reconocidas por el ministro de Exteriores Josep Borrell y que han sido constantes en los últimos días despertándose el “espíritu de las Azores” para poner a España a bailar al son de los tambores de guerra que de nuevo toca EE.UU., no en defensa de la democracia no de ninguna causa humanitaria, sino para hacerse con el control de la mayor reserva petrolífera del mundo.
Exigimos a Pedro Sánchez que sitúe a España con la mayoría de los países de la Comunidad Internacional, que continúan reconociendo al gobierno del Presidente Maduro como el legítimo gobierno de Venezuela y llamando a la solución pacifica y mediante el dialogo de la actual crisis política, y que abandone el seguidismo a las políticas de injerencia de los EEUU.
El respeto a la soberanía del pueblo venezolano y al principio de no injerencia es la única vía para mantener la paz en la región y defender la democracia y el diálogo. España no puede retrotraerse a la bochornosa situación del año 2002 en la que el ex presidente, José María Aznar, reconoció al golpista Pedro Carmona tras el golpe de Estado contra el Comandante Chávez, golpe que fracasó gracias a gran movilización popular.
Denunciamos que en estos
momentos, con la excusa de llevar al gobierno al usurpador Guaidó, se prepara
una agresión militar de los EEUU y otros países de la región contra Venezuela,
agresión militar que puede dar inicio a una guerra de consecuencias irreparables
en la que España puede verse irremediablemente implicada debido a la
falta de prudencia y a la renuncia a una política exterior propia e
independiente de los EEUU por parte del gobierno de Pedro Sanchez. España no
puede verse implicado, ni directa ni indirectamente, en una agresión militar
contra un pueblo latinoamericano hermano, y menos aun para favorecer los
intereses de los EEUU en la región, intereses que en absoluto son los de la
diplomacia española.
Reiteramos nuevamente su apoyo llamamiento al diálogo emprendido por México y Uruguay, las Naciones Unidas y todos los países que en estos momentos están estimulando un solución pacífica al conflicto, a la vez que expresa su apoyo al pueblo venezolano, a su gobierno y a su legítimo presidente, Nicolás Maduro.
Reiteramos nuevamente su apoyo llamamiento al diálogo emprendido por México y Uruguay, las Naciones Unidas y todos los países que en estos momentos están estimulando un solución pacífica al conflicto, a la vez que expresa su apoyo al pueblo venezolano, a su gobierno y a su legítimo presidente, Nicolás Maduro.
¡No
al golpe! En defensa de la soberanía de Venezuela
¡Hay
que parar a los imperialistas! ¡No a la guerra!