Un año más, el 28 de junio el PCE y la UJCE nos sumamos a
la conmemoración del día del Orgullo LGTBI y manifestamos nuestro compromiso
para conseguir la igualdad real entre todas las personas, independientemente de
su orientación sexual o identidad de género.
Una
reivindicación que no es nueva para los y las comunistas, ya que siempre hemos
estado a la vanguardia en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI en
nuestro país, luchando para acabar con la doble discriminación que supone que
lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales sean especialmente
rechazados en el día a día.
Es
cierto que en los últimos años hemos logrado avanzar en la igualdad legal del
colectivo LGTBI, pero los derechos de este colectivo no podrán ser plenamente
conquistados en la sociedad neoliberal en la que vivimos. Podrán ilusionarnos
con las migajas de algunos derechos civiles pero nunca llegaremos a la igualdad
real: sólo una verdadera democratización de la sociedad y un empoderamiento de
la clase trabajadora pueden traer consigo el fin de la exclusión que
históricamente han padecido y padecen lesbianas, gays, transexuales, bisexuales
e intersexuales.
La
entrada de la ultraderecha en las instituciones y la difusión de discursos
abiertamente LGTBIfóbicos suponen un peligro para todos esos avances legales
conquistados. Por tanto, no permitiremos ningún retroceso en el ámbito legal:
el PCE seguirá trabajando en la consecución de derechos civiles en todas las
instituciones hasta conseguir una Ley Integral de Transexualidad y una Ley
contra la LGTBIfobia a nivel estatal que equipare a todos los territorios de
nuestro país al máximo nivel.
Pero,
sobre todo, el PCE seguirá trabajando en conseguir la igualdad real de
lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales. Los avances
normativos no se pueden quedar en los boletines oficiales: hay que desterrar la
discriminación por orientación sexual o identidad de género de todos los
espacios, hay que garantizar que la igualdad sea un hecho y que no haya espacio
en nuestra sociedad al odio hacia el colectivo LGTBI.
Ante
esa tarea para conseguir la igualdad real, tenemos que ser conscientes que
queda mucho por hacer y que el sistema capitalista mercantiliza nuestras luchas
e intenta vaciar de contenido la movilización. Por eso reafirmamos nuestro
compromiso con un Orgullo crítico y de protesta, que no se deje cautivar por
los derechos sociales ya conquistados ni por el patriarcado que todo lo reduce
al hombre-blanco-homosexual, una movilización que trabaje por la visibilización
y el empoderamiento de lesbianas, transexuales e intersexuales.
En
el 50 aniversario de los disturbios de Stonewell y cuando en nuestro país se
hacen fuerte los discursos de las diferentes derechas, hacemos un llamamiento
especial a la recuperación del espíritu de lucha del colectivo LGTBI, no ya por
una cuestión de reconocimiento histórico a aquellas mujeres trans que se
rebelaron contra la represión policial en el Nueva York de 1969, sino porque la
movilización crítica con el sistema es el único camino para conseguir una
sociedad con derechos reales y plena libertad.
Hoy, más que nunca, ¡Orgullo es protesta!
Orgullo y rebeldía: ante la mercantilización, movimiento
LGTB de clase y combativo