
Isabel Maroto,
secretaria comarcal del PCE ha afirmado que el 8 de marzo “es un día para hacer visibles las
desigualdades y denunciar a quienes nos matan y nos oprimen”. El PCE y la
Juventud Comunista centran sus reivindicaciones en acabar con la “doble
explotación”, la precariedad en el trabajo y en la vida. También inciden en las
violencias machistas en todas sus formas.
La organización explica
que su objetivo es “la igualdad real entre hombres y mujeres. Para ello es
necesario un cambio, exigimos una ley de educación feminista que forme en
valores de igualdad, luche frente a los roles de género marcados por el sistema
capitalista y patriarcal, que defienden PP, C’s y VOX.”
La formación comunista
ha aprovechado para volver a mostrar su rechazo el “pin parental” que la ultra
derecha intenta imponer.
Para el Partido
Comunista, el cumplimiento del Convenio de Estambul, firmado por España, debe
ser una prioridad, porque entienden que no se está cumpliendo. El acuerdo
incluye prevención, protección, persecución penal y políticas integradas que
aseguren y den una respuesta global a las violencias contra las mujeres.
La coyuntura política
actual es una oportunidad, explican desde el PCE, para legislar en favor de las
mujeres sin un sesgo patriarcal. Sin embargo, Maroto ha apuntado que “mientras
en España se tolere la prostitución y la pornografía sea la educación sexual de
los y las jóvenes, no va a ser posible normalizar unas relaciones sexuales en
igualdad y acabar con la violencia sexual.” En este sentido el PCE ha señalado
la relación entre la pobreza, el patriarcado y la violencia de la mujer y ha señalado
que la alternativa es una “legislación abolicionista que acabe con la demanda y
el negocio”.
Por último, el PCE ha
exigido “políticas que sitúen la vida en el centro: que el trabajo de cuidados
sea reconocido y corresponsabilizado. Queremos políticas que acaben con la
feminización de la pobreza, la precariedad laboral y la brecha salarial y de
pensiones, que impiden la igualdad real”, concluyen.