Ante la nueva medida
aprobada por el gobierno consistente en dotar una partida presupuestaria para
otorgar ayudas a jóvenes inscritas en el plan de garantía juvenil, con contrato
de formación por un total de 430 euros mensuales, debemos analizar los resultados
arrojados por el Plan de garantía Juvenil desde su creación en 2013 y las
consecuencias para la juventud trabajadora en España.
Observamos, tomando como referencia los datos de paro juvenil ofrecidos
por la EPA, que la tasa de inscripción al plan de garantía juvenil es de
aproximadamente del 30%, y que dentro de este porcentaje tan sólo un tercio de
jóvenes han logrado encontrar empleo. Además, pese a ser un programa dirigido
principalmente a jóvenes que ni estudian ni trabajan, solo el 14% de estos ha
llegado a inscribirse en el plan. A las ya de por sí bajas cifras de
inscripción habría que añadir el hecho de que tan solo un tercio de las
inscripciones han logrado materializarse en la consecución de un trabajo.
Se incrementan los beneficios empresariales. La medida trata pues de ser
una vuelta de tuerca más al plan de Garantía Juvenil la cual como resultado
ahondará aún más en los resultados que venimos observando hasta la fecha, es
decir, precarización de los puestos de trabajo ocupados por trabajadoras y
trabajadores jóvenes, trasvase de dinero público a manos de empresarios, que en
forma de subvenciones directas o reducción de cuotas a la seguridad social los
primeros meses. Es pues el Plan de Garantía juvenil un lucrativo negocio para
la patronal que supone el abaratamiento de la fuerza de trabajo joven. No va a
solventar la situación de precariedad de la juventud trabajadora.
Todas las medidas de fomento del empleo, y en especial el joven, suponen
un parche sin ahondar en los problemas de fondo como la naturaleza del modelo
productivo actual. Apostamos pues por la transformación del modelo productivo
no basado en la terciarización, sujeto a satisfacer las necesidades de la
población en todo el estado y capaz de generar puestos de trabajo dignos, así
como el sostenimiento del sistema de pensiones y la reducción de la edad de
jubilación como medida para facilitar el acceso de la juventud al trabajo.
Por ello, la Unión de Juventudes Comunistas nos oponemos a la Reforma del
Plan de Garantía Juvenil y nos enfrentaremos mediante la movilización a todo
tipo de reformas que no haga más que seguir precarizando la vida de la clase
trabajadora.
Exigimos un curro digno.