
Para el PCE la situación de la comarca y su clase trabajadora
requiere una acción contundente. Basta ver la incertidumbre ante los cierres de
las térmicas, el paro, la despoblación, el incremento de las desigualdades, el
aumento de la pobreza, el patriarcado, la desindustrialización, la pérdida de
poder adquisitivo de las pensiones y un largo etcétera.
Esta movilización viene
precedida por la histórica huelga feminista del 8 de marzo y las masivas
marchas en defensa del sistema público de pensiones. Movilizaciones que el PCE
quiere poner en valor por la capacidad “para
generar conciencia y su carácter unitario“. El partido apuesta por que este sea
un día de “celebración y reivindicación
del derecho al trabajo digno y de calidad".
El PCE denuncia las medidas tomadas en estos
años de crisis que, a su juicio, tenían por objetivo “dotar de ``legalidad´´ a la injusticia, y que han supuesto un insultante
incremento de las desigualdades y de la acumulación de riqueza en cada vez
menos manos, precisamente las de aquellos que la provocaron“, destacan.
Isabel Maroto ha querido hacer un llamamiento a defender “en positivo” los que considera derechos “fundamentales” de la clase obrera: “a un trabajo, salario y condiciones laborales dignas y compatibles con la vida, derecho a la igualdad real y a la no discriminación, derecho a la salud y a la protección y prevención, derecho a prestaciones sociales dignas, derecho a la educación y a la formación, derecho de nuestras familias y miembros dependientes a tenernos y a tener entre todas una sociedad digna y protegida“. Porque, defienden, “el bienestar de todas contribuye al bienestar de cada una”.
La formación comunista querido hacer un llamamiento a esta movilización “con la alegría de luchar y de pertenecer a la clase obrera”. Y ha afirmado que el PCE trabaja por la construcción de un modelo económico, político y social “alternativo al actual sistema capitalista y patriarcal; que ponga en el centro la vida, una vida digna para la inmensa mayoría”, concluyen.