En
Argentina, con el No en el senado al proyecto de aborto legal se deja al país
con una ley
de 1921, que impide a las mujeres que puedan decidir sobre su propio cuerpo y
sobre su maternidad.
La maquinaria más
reaccionaria se ha puesto en marcha para, una vez más, tratar de tutelar y
controlar el cuerpo y las vidas de las mujeres.
En pleno siglo XXI es incuestionable que el aborto es un derecho, que supone la libertad de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo y su propia vida, pues nadie podrá negar que la vida de las mujeres se ve afectada con la obligación de llevar a término un embarazo no deseado, más aún si este embarazo pudiese acarrear daños a la salud física o psíquica.
La voluntad de controlar y tutelar los cuerpos de las mujeres, su sexualidad y,
en general sus vidas, específicamente el derecho a decidir y el derecho
universal a la salud, responde, claramente, a una ofensiva de corte neoliberal
pero sin duda de corte patriarcal. En pleno siglo XXI es incuestionable que el aborto es un derecho, que supone la libertad de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo y su propia vida, pues nadie podrá negar que la vida de las mujeres se ve afectada con la obligación de llevar a término un embarazo no deseado, más aún si este embarazo pudiese acarrear daños a la salud física o psíquica.
Lo que está claro que los abortos en Argentina se seguirán practicando y lo que está en juego es que no existirá un marco que proteja la vida de las mujeres, porque las que puedan viajarán a otros países cuyas legislaciones lo permitan y aquellas que no, se seguirán exponiendo a situaciones de clandestinidad que suponen un riesgo real de muerte para las mujeres. Es por tanto, también, una negativa clasista.
La existencia de un marco regulador en Argentina que permita el ejercicio libre del derecho el aborto no significa la imposición del mismo, lo que significa es la creación de garantías de protección para que mujeres que decidieran hacer uso de él no pongan en riesgo su vida.
El PCE y la UJCE animamos
a la ciudadanía argentina a seguir reivindicando a favor del aborto legal,
seguro y gratuito junto al movimiento feminista, a no perder la esperanza.
Quien la sigue la consigue y más cuando es una cuestión de derechos humanos.
Nos
sumamos a la reivindicación universal de que todas las mujeres en el mundo,
puedan acceder a la interrupción voluntaria del embarazo en la red sanitaria
pública y con garantías.
El
no al aborto por el senado implica un paso
atrás y un ataque frontal a los derechos
fundamentales de las mujeres no solo argentinas porque cuando nos tocan a una
nos tocan a todas.
El
PCE y la UJCE tenemos el convencimiento de
que la despenalización del aborto en Argentina es cuestión de tiempo y que
pronto las mujeres argentinas conquistaran este derecho!
¡NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS!