
El Presidente Sanchez, o cualquier ministro de Espàña, deben abstenerse de cualquier contacto con el autoproclamado presidente Guaidó, y dejar claro que no existe reconocimiento alguno de España al anterior, desmintiendo las afirmaciónes de los golpistas venezolanos en el anterior sentido.
La
UE, en otra muestra de su profunda crisis y división ha adoptado una posición
timorata y oportunista, aparentemente diferente de la defendida por la
Internacional reaccionaria y fascistas que encabezan Trump y Bolsonaro,
pero que en esencia supone dar reconocimiento y cobertura a las fuerzas
golpistas al asumir el primero y por tanto más falaz de sus argumentos - la
supuesta ilegitimidad del presidente Maduro –, justificando en ello su petición
de “elecciones libres”.
En
su vergonzoso comunicado la UE dice “apoyar el restablecimiento de la
democracia y el estado de derecho en Venezuela”.
Si
algún poder del Estado venezolano está usurpando funciones es la Asamblea
nacional y por ello ha sido declarada en desacato por el poder judicial,
justamente para “restablecer la democracia y el estado de derecho”.
Las aparentemente conciliadoras palabras de la UE sirven
para encubrir el golpismo fascista y permitir que EEUU continúe con su agenda
de injerencia política y agresión junto con sus serviles aliados.
Agenda
de agresión para volver a controlar lo que siguen considerando su “patio
trasero” y que ya triunfó con golpes antidemocráticos en Honduras, Paraguay o
Brasil.
Agenda
de agresión para rapiñar materias primas como el petróleo de Venezuela usando
para ello la guerra más destructiva y criminal como ya hemos visto en
Irak, Libia, Siria o Yemen.
El
gobierno del PSOE debe romper cualquier alineamiento de nuestro país con las
fuerzas reaccionarias e injerencistas de nuestro tiempo, las que defienden la
guerra y la explotación de los pueblos como orden mundial del capitalismo.
El “llamado” de la UE a Venezuela constituye una nueva
injerencia en los asuntos internos del país hermano y resulta contrario al
derecho internacional. No
existe derecho alguno de la UE a injerir en los procesos electorales de
Venezuela, maxime cuando el Presidente Maduro ha sido elegido recientemente
para un nuevo mandato con mas porcentaje de apoyo popular que los
actuales presidentes de EEUU, Chile, Argentina o Colombia por citar ejemplos de
países que han reconocido al autoproclamado presidente golpista.
Lo que las instituciones españolas no aceptarian si ocurriera en nuestro país, no puede ser tolerado en Venezuela.
No hay más posiciones: ¡o con el gobierno de Venezuela o con los golpistas y los imperialistas!
Lo que las instituciones españolas no aceptarian si ocurriera en nuestro país, no puede ser tolerado en Venezuela.
No hay más posiciones: ¡o con el gobierno de Venezuela o con los golpistas y los imperialistas!