Continuamos publicando nuestro programa para
Reconstruir León. En esta ocasión vamos a abordar el medio rural y el sector
primario.
2.1 El medio rural entre la despoblación, el envejecimiento y masculinización
2.1 El medio rural entre la despoblación, el envejecimiento y masculinización
El mapa demográfico de la provincia de León tiene 119
municipios por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Son más de
52.000 las personas que viven en estos ayuntamientos, cuyos territorios ocupan
dos tercios de la superficie de la provincia. Más de 10.000 km2 de León están
despoblados o «en riesgo de despoblación» como cataloga la Unión Europea a la
situación de estos municipios cuya lista no deja de aumentar.
Nos encontramos con un mundo rural donde el envejecimiento, la salida de
población joven, la ausencia de mujeres, la caída de la natalidad y la baja
densidad demográfica, suponen una “tormenta perfecta” de la despoblación del
medio rural.
2.2. Un medio
rural para vivir y trabajar
El primer punto
a tener en cuenta es que el futuro de nuestras áreas rurales será “en femenino” o no será. Es imprescindible plantear un modelo con perspectiva de género, donde
las iniciativas y actividades que se puedan desarrollar no sean una mera prolongación de los roles de género tradicionales
(cuidados, hostelería…).
Un modelo sostenible
desde el punto de vista social y medioambiental, que fije población con empleo
de calidad y contribuya a la conservación de la biodiversidad, la soberanía
alimentaria y la mitigación del cambio climático.
El papel de lo público y la planificación
económica deben ser eje del desarrollo y transformación del modelo, partiendo
del análisis de la realidad de cada comarca, con sus peculiaridades y
potencialidades respecto a la agricultura, ganadería o el sector forestal.
La participación
de la población y en particular de las mujeres en los diferentes ámbitos de
decisión debe ser imprescindible en el cambio de modelo, abogamos por la
obligatoriedad de representación paritaria en las cámaras agrarias, OPAS, cooperativas, etc. ya que la participación de
las mujeres en los órganos de decisión de estas entidades es muy limitada.
Consideramos
prioritario el establecimiento de programas de Formación profesional específica, reglada y no reglada y dirigida
de forma prioritaria a las mujeres para
la diversificación de actividades en el medio rural (silvicultura, prevención de incendios, turismo de
avistamiento, aprovechamiento de recursos forestales no maderables,
rehabilitación de patrimonio y de Vivienda rural, sector energético
renovable) , es decir, Formación para aprovechar de forma sostenible
y respetuosa con el entorno los recursos
endógenos del territorio (medioambientales, culturales y paisajísticos) .
Formación para el relevo generacional en actividades económicas masculinizadas
(agricultura, ganadería, agroindustria, construcción, servicios
municipales…).
La actividad
agraria en su sentido amplio (agrícola, ganadero y forestal) debe ser un
sector estratégico y de vital importancia en nuestra provincia. No sólo por su
peso económico sino por su contribución al
mantenimiento de población en el medio rural
Un
factor clave es el desarrollo de agriculturas y ganadería extensiva con razas autóctonas, de gran rusticidad en su
mayoría y adaptadas al medio, orientadas a circuitos cortos de
comercialización. Uso de la ganadería para la prevención de incendios
forestales. Fomento de las prácticas agro-ganaderas respetuosas con el medio,
que mantiene prácticas que han traído hasta aquí paisajes de alto valor
ecológico, como los pastizales de montaña y paisajes en mosaico.
Establecimiento
de un Banco público de tierras, evitando
malos usos, aumentando la superficie agraria útil, mejorando la base
territorial de las explotaciones, poner el patrimonio público a disposición de
la producción de alimentos y la creación de empleo.
Favorecer
los medios de transporte públicos en el medio rural y potenciar el ferrocarril,
como por ejemplo la FEVE allá donde esté instalada.
Establecer
sellos de calidad de la producción ligada a los Espacios Naturales Protegidos,
a la convivencia con grandes carnívoros
o a las buenas prácticas medio ambientales.
Poner
en valor los servicios ecosistémicos que el mundo rural proporciona
Elaboración de un Plan de
Contratación Pública Alimentaria con productos de proximidad, y la promoción
de ferias y mercadillos de productos ecológicos y artesanales.
Nos
situamos en contra del modelo de macro-granjas
que provocan impacto
medioambiental, y eliminan pequeñas
explotaciones que si fijan población.
Es
imprescindible además de la producción primaria, dar el paso a la
transformación para aportar valor añadido, que se conserve en el territorio,
con modelos de gestión pública y
cooperativa.
León tiene un millón de Ha de superficie forestal, el 65 % de su superficie total. Las actividades de
prevención de incendios o el aprovechamiento ordenado y sostenible de recursos forestales maderables y no
maderables pueden ser una fuente de empleo y una aportación al esfuerzo de
mitigación del cambio climático.
Por
otro lado el mantenimiento de la
población en nuestro medio rural no solo depende de la posibilidad de empleo y de la
existencia de servicios básicos, también se basa en la percepción de la calidad de vida. Se deben promover
espacios culturales y de ocio de uso colectivo y gestionados por la propia
población, medios de comunicación local de titularidad pública (radio, prensa)
como forma de aumentar la relación entre los vecinos/as, y de reforzar su
autoestima e identidad
Potenciar espacios de socialización amables para
las mujeres, que han sido tradicionalmente excluidas de los espacios públicos
del medio rural.