lunes, 24 de febrero de 2020

2. El medio rural: la apuesta por la vida en León


Continuamos publicando nuestro programa para Reconstruir León. En esta ocasión vamos a abordar el medio rural y el sector primario.
2.1 El medio rural entre la despoblación, el envejecimiento y masculinización
El mapa demográfico de la provincia de León tiene 119 municipios por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Son más de 52.000 las personas que viven en estos ayuntamientos, cuyos territorios ocupan dos tercios de la superficie de la provincia. Más de 10.000 km2 de León están despoblados o «en riesgo de despoblación» como cataloga la Unión Europea a la situación de estos municipios cuya lista no deja de aumentar.

Nos encontramos con un mundo rural  donde el envejecimiento, la salida de población joven, la ausencia de mujeres, la caída de la natalidad y la baja densidad demográfica, suponen una “tormenta perfecta” de la despoblación del medio rural.
2.2. Un medio rural para vivir y trabajar
El primer punto a tener en cuenta es que el futuro de nuestras áreas rurales será “en femenino  o no será. Es imprescindible plantear  un modelo con perspectiva de género, donde las iniciativas y actividades que se puedan desarrollar  no sean una mera prolongación  de los roles de género tradicionales (cuidados, hostelería…).
Un modelo sostenible desde el punto de vista social y medioambiental, que fije población con empleo de calidad y contribuya a la conservación de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la mitigación del cambio climático.
El papel de lo público y la planificación económica deben ser eje del desarrollo y transformación del modelo, partiendo del análisis de la realidad de cada comarca, con sus peculiaridades y potencialidades respecto a la agricultura, ganadería o el sector forestal.
La participación de la población y en particular de las mujeres en los diferentes ámbitos de decisión debe ser imprescindible en el cambio de modelo, abogamos por la obligatoriedad de representación paritaria en las cámaras agrarias, OPAS,  cooperativas, etc. ya que la participación de las mujeres en los órganos de decisión de estas entidades es muy limitada. 
Consideramos prioritario el establecimiento de programas de Formación profesional específica, reglada y no reglada y dirigida de forma prioritaria a las mujeres para  la diversificación de actividades en el medio rural  (silvicultura,   prevención de incendios, turismo de avistamiento, aprovechamiento de recursos forestales no maderables, rehabilitación de patrimonio y de Vivienda rural, sector energético renovable)  , es decir,  Formación para aprovechar de forma sostenible y respetuosa con el  entorno los recursos endógenos del territorio (medioambientales, culturales y paisajísticos) . Formación para el relevo generacional en actividades económicas masculinizadas (agricultura, ganadería, agroindustria, construcción, servicios municipales…). 
La actividad agraria en su sentido amplio (agrícola, ganadero y forestal) debe ser un sector estratégico y de vital importancia en nuestra provincia. No sólo por su peso económico sino por su contribución al  mantenimiento de población en el medio rural
Un factor clave es el desarrollo de agriculturas y ganadería extensiva con razas autóctonas, de gran rusticidad en su mayoría y adaptadas al medio, orientadas a circuitos cortos de comercialización. Uso de la ganadería para la prevención de incendios forestales. Fomento de las prácticas agro-ganaderas respetuosas con el medio, que mantiene prácticas que han traído hasta aquí paisajes de alto valor ecológico, como los pastizales de montaña y paisajes en mosaico.
Establecimiento de  un Banco público de tierras, evitando malos usos, aumentando la superficie agraria útil, mejorando la base territorial de las explotaciones, poner el patrimonio público a disposición de la producción de alimentos y la creación de empleo.
Favorecer los medios de transporte públicos en el medio rural y potenciar el ferrocarril, como por ejemplo la FEVE allá donde esté instalada.
Establecer sellos de calidad de la producción ligada a los Espacios Naturales Protegidos, a la convivencia con grandes carnívoros   o a las buenas prácticas medio ambientales.
Poner en valor los servicios ecosistémicos que el mundo rural proporciona
Elaboración de un Plan de Contratación Pública Alimentaria con productos de proximidad, y la promoción de ferias y mercadillos de productos ecológicos y artesanales.
Nos situamos en contra del modelo de macro-granjas  que provocan  impacto medioambiental,  y eliminan pequeñas explotaciones que si fijan población.
Es imprescindible además de la producción primaria, dar el paso a la transformación para aportar valor añadido, que se conserve en el territorio, con  modelos de gestión pública y cooperativa.
León tiene un millón de Ha  de superficie forestal, el 65 % de su superficie total. Las actividades de prevención de incendios o el aprovechamiento ordenado y sostenible  de recursos forestales maderables y no maderables pueden ser una fuente de empleo y una aportación al esfuerzo de mitigación del cambio climático.
Por otro lado el mantenimiento  de la población en nuestro medio rural no solo depende  de la posibilidad de empleo y de la existencia de servicios básicos, también se basa en la percepción de la calidad de vida. Se deben promover espacios culturales y de ocio de uso colectivo y gestionados por la propia población, medios de comunicación local de titularidad pública (radio, prensa) como forma de aumentar la relación entre los vecinos/as, y de reforzar su autoestima e identidad
Potenciar espacios de socialización amables para las mujeres, que han sido tradicionalmente excluidas de los espacios públicos del medio rural.