El PCE denuncia que en los últimos meses se asiste a "una nueva campaña propagandista del Instituto de Transición Justa y el Ministerio de Transición ecológica" en la que tratan de convencer a la población de que se ha finalizado el proceso de reconversión a base de conciertos y actividades culturales, sin más desarrollo económico que el acto en sí mismo.
Las y los
comunistas califican de despropósito la financiación del Concierto de Café Quijano en La Robla con cargo a los
Fondos de Transición. Iván Pastrián, secretario provincial del PCE, explica que
"no han actuado contra el paro o la despoblación pero se permiten
vanagloriarse con conciertos que tendrán una repercusión nula sobre la sociedad
y la economía de la comarca". El Partido Comunista recuerda que en 30 años
La Robla ha perdido la mitad de población y critican que "eso no lo
soluciona Café Quijano, ni cualquier medida populista, sino la industria y la
inversión pública".
El PCE denuncia también que instituciones como la CIUDEN, "han caído en la misma dinámica", en referencia a la adjudicación del servicio de gestión cultural de Compostilla I en Ponferrada.
La formación
sostiene que este tipo de actuaciones no redundan en la mejora de la economía
local y tienen poco o nada que ver con la cultura de las cuencas mineras.
Además, desde la formación comunista critican que incluso la gestión cultural
se esté haciendo de espalda a los protagonistas, los trabajadores, sus
sindicatos y las comarcas. El PCE entiende que "la cultura pertenece al
pueblo" y debe ser este la columna vertebral de este tipo de actuaciones.
Es por ello desde el PCE entienden que son los organismos como el Instituto de
Estudios Bercianos, las Fundaciones de los sindicatos, las asociaciones de
mineros jubilados y ferroviarias quienes deberían ocupar el desarrollo
cultural.
La organización
cree que "hay empresas y particulares aprovechándose del proceso de
transición justa en nombre de la cultura para lucrarse”. Es por ello que desde el
PCE exigen al Instituto de Transición Justa y al Ministerio de Transición que
acabe con los experimentos y elabore un Plan de Reindustrialización para las
cuencas mineras, las que lamenta, "están desatendidas". “La industria
pública es la única alternativa que tienen las cuencas. El Estado debe aprender
de los errores, no se pueden conseguir resultados diferentes haciendo lo mismo.
Si el sector privado no ha sido capaz de dar un futuro a estas comarcas, el Estado,
a través de las SEPI, debe procurarlo y para eso Sí están los fondos, no para
despilfarros y proyectos finalistas”, concluye Iván Pastrián.