Los últimos años en El
Bierzo han sido años de pérdidas y retrocesos. Las principales actividades económicas han ido
muriendo con el beneplácito empresarial y los ERES son el pan nuestro de cada
día, con la connivencia institucional. Hemos quedado aislados de la
infraestructura ferroviaria moderna y nuestros servicios públicos se
desmoronan.
En este caldo de
cultivo de resignación surgen con facilidad oportunistas y reaccionarios que
aprovechándose de las desgracias de la gente, tratarán de mantener los
privilegios de las elites, y los suyos propios, vendiendo soluciones milagrosas
para problemas que tienen una solución compleja, que no difícil.
Así hemos visto como
Coalición por El Bierzo ha pasado de gastarse miles de euros -del erario
público- en vallas publicitarias para abanderar la lucha por la llegada de una
Facultad de Medicina de nuestra universidad pública en Ponferrada, a poner la
alfombra para que se instale una universidad privada. El argumento es castigar
a la misma universidad pública a la que le piden venir a El Bierzo, es decir,
la manera de convencer a la Universidad de León de que amplíe su oferta en la
comarca es orquestar una campaña contra ella. Para más desfachatez, el ataque
de Iván Alonso a la pública, lo hace mientras ocupa un puesto en el Consorcio
de la UNED de Ponferrada, también pública.